"Ghosts are real, and monsters are real too. They live inside of us and sometimes they win."
Stephen King

martes, 24 de agosto de 2010

¿Demasiado perfecto?

¿Por qué nos es tan dificil aceptar que algo bueno nos pasa? Preferimos pensar que cuando todo está bien, algo pasará, que derrumbará todo. Porque en realidad nunca llegas a estar completamente feliz por ti misma. Porque siempre aguardas algo para que lo estropeé, sin embargo cuando eso pasa, no le hechas la culpa a lo que te hicieron, si no a lo que hiciste. Por más que te hallan hecho algo a ti, siempre pensarás que fuiste tú la que lo dejó pasar. Millones de personas te dirán que no, y la verdad es que es cierto. Pero es mucho más fácil cargar con la posibilidad de que te falta algo, que con la otra de que ya lo tienes todo.


La gratitud es una carga. Eso es completamente cierto.

Porque en realidad nada es demasiado bueno ni demasiado malo, se podría decir que estamos en un punto intermedio donde nos inclinamos mas por lo malo. Jamás nos conformaremos con lo que tenemos. Y siempre nos preguntaremos porqué nos está pasando esto. ¿Por qué simplemente no disfrutamos el momento?

Quiero ser

Si me hubieras preguntado diez años atrás que quería ser, probablemente te respondería que una princesa en un palacio con un oso de mascota. Si me lo preguntas ahora, te diría que sigo pensando en eso y me rió. Pero cambiaría el oso por un tigre. En fin. Generalmente te respondería que ciencias de la comunicación, pero en realidad, tan convencida no estoy. Hacemos esa decision de acuerdo a un montón de factores que no quiero mencionar. Hacemos esa decisión con un poco más de razocinio de la que teníamos cuando eramos niñas. Pero eso no quita que ahora estemos perdidas. Es que hay tantas cosas, y tantas carreras con el cojunudo nombre. Que si quieres estudiar administración. Ok , pero hay administración de negocios y administración de empresas. Ojo que son diferentes ah? ¿En qué, en el jodido nombre? No sabemos ni para que avenida da nuestras casas, menos vamos a saber que carrera o universidad elegir. "Es la decisión más importante de tu vida." Sí, lo es. Eso no lo niego, lo es. Pero para una adolescente de 16 años también lo es que ropa ponerse para la fiesta donde el chico que le gusta también va a estar. Si no entiendes lo que trato de decir es: ¿En serio le estas pidiendo a una chica dominada por las hormonas que elija lo que hará por el resto de su vida? ¿ A una impulsiva adolescente de 16 años que decida su futuro?


Seguro, nos vamos a equivocar. Hoy podemos decir que nos gusta economía, pero pasado mañana cambiamos y decimos que mejor está arquitectura. Somos cambiantes, y no está mal serlo. Esta es la edad para equivocarnos, para aprender de nuestros errores y volver a intentar. Todo el mundo espera que te guste tu decisión y que estes completamente segura de las consecuencias que esta acarrea. Pero no. Yo me quiero equivocar, ahora, cuando tengo el tiempo para intentar de nuevo y hacerlo.

Quiero equivocarme ahora. ¿ Si no cuando? ¿Cuando tenga cincuenta y una familia ya hecha? ¿ mi futuro ya casi trazado?

Yo paso.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Caer

Hoy me dí cuenta que nos caemos con frecuencia, y nos pasamos la mayor parte del tiempo tiradas en la vereda y no nos impulsamos para pararnos de nuevo. Nadie está orgulloso de caerse, porque los demás se enteran de lo que pasó, porque les gusta sumirse en la tristeza y repasar lo que han hecho mal una y otra vez en su cabeza. Deseando que hubieran hecho otra cosa, y entonces el cerebro comienza a reproducir cual DVD como hubiera sido si ella o él dijera tal o tal cosa. No buscamos soluciones, buscamos un milagro científico, buscamos una máquina del tiempo. Y en el fondo nos gusta estar así, nos encanta tener una razón por la cual sentirnos tristes. Porque en realidad a eso se resume, todo es una elección. Tú eliges como estar.


Caerte siempre será vergonzoso, porque es admitir que te equivocaste. Siempre será doloroso, porque creíste en algo hasta que te decepcionaron.Caerte siempre será tortuoso, algunas veces insufribles. La clave es pararte y seguir caminando. No ponerle barreras a todo el mundo para que no se te acerquen. Levantate rápido, con la frente en alto, se orgullosa por haber hecho lo que hiciste. Porque aprendiste y no lo volverás a hacer.

Pero lo más importante, no te levantes sólo por ti. Levantate por las personas que les importa, por las que sufren contigo. No te quedes en la vereda tirada, hasta que alguien más venga y te recoja.

Dicho sea de paso, gracias a todas las personas que me recogieron en algún momento.

viernes, 6 de agosto de 2010

hipocresía.

Cuando te fijas en la descripción de alguien, puedo apostar que siempre está el típico: odio a la gente hipócrita. ¿Y quién no? Todo el mundo lo hace. Pero no nos damos cuenta que nosotros mismos son los más grandes hipócritas. ¿Acaso nunca le haz mentido a alguien para sacártelo de encima? ¿ni una sola sonrisa falsa? ¿un pequeño comentario ofensivo a las espaldas de alguien?
La más grande verdad es que, sí lo haz hecho. Decimos odiar a quienes lo hacen, pero no. No eso te llega a lo más alto del mundo, odias a quién te lo hace. Te duele, y es comprensible. Lo que no lo es, es por qué te mientes tan vilmente. La gente es hipócrita, y siempre lo será.
Van a hablar mal de ti, aunque no quieras. Se disculparán, los perdonarás y se repetirá el ciclo. ¿Por qué? ¿por qué existe gente tan mala? En realidad no es eso, necesariamente. Dime tú, cómo es que la gente haría si no fuera hipócrita. Las relaciones laborales, tanto como amicales y románticas; se irían al carajo.
Aparte todo es creado para algo necesario. Un bien. Digo yo, no todo el mundo te dirá que ese vestido te queda bien, pero lo fingirá y te hará sentir muchísimo mejor. Las mentiras siempre van a lograr hacerte sentir mejor que las verdades.

La verdad duele, la hipocresía no.

martes, 3 de agosto de 2010

Escribo

Me encanta escribir porque es una manera de salir de la realidad, porque es una manera de desahogarme, porque es una de las pocas cosas que considero que hago bien, porque se me da en gana, porque QUIERO.
Mi mamá me dijo que todos los escritores tienen algo de excéntricos, que no eran igual que gente normal, no me simpatizó mucho el comentario por lo mismo que tenía la vaga idea de alguna vez publicar un libro. Según ella eran así de raros, porque no todos tenían la misma capacidad de imaginar algo que no existiera. Y por más acertada que esa teoría suene, difiero. Pienso que cualquier persona puede escribir, de lo que le pasó, de lo que alucina que pasa en realidad, de la vez que se fumo un troncho y quedó medio grogui, de su primera vez, en fin. Miles de pequeñas cosas se pueden convertir en una grande.
Como dije antes, escribo porque quiero, de lo que quiero, y de la manera que lo veo. Me considero fuera de lo normal, más no extraña. No soy usual , esa es palabra, mi forma de ver las cosas puede ser muy diferente a los de los demás. Muchos pueden pensar que la gente debería escribir porque se le da bien o porque son personas importantes y son más interesantes, pues no. Y es por este pensamiento que la gente se atraca en sus sueños por las opiniones de los demás. ¡Joder! son los demás , no tú. Si quieres escribir , hazlo, todo el mundo tiene algo que contar, y la otra parte de este muere por escuchar y ser escuchados. La belleza de escribir consiste en cada uno.
Escribir es el manjar más exquisito de la libertad de expresión.

Dependencia

Esto probablemente sea lo que más odio en el amor. El condenado sentido de dependencia que desarrollas hacia otro ser humano, muchos dicen que es parte del sacrificio, que es dejar que querer lo que tú quieres y pensar en lo que el otro quiere. ¡No me vengas! No debería ser así, pero lamentablemente lo es. La dependencia es tan abominable, tan asquerosa. No, no estoy en contra del amor, estoy en contra de tener cadenas hacia alguien. Aparte del hecho que te vuelves un completo idiota.
Era un hecho que el amor era un arma de doble filo y todo el mundo lo sabe. Tiene la capacidad de hacerte añicos cuando se le venga en gana, y hacerte la persona más feliz del mundo en el mismo espacio de tiempo. Sin embargo somos tan masocas que andamos tras un príncipe azul, sabiendo bien cuales son las posibles consecuencias. Probablemente eso es lo que nunca entenderé de las personas, dar la capacidad de destrucción de ellos mismos a otros seres humanos. Simplemente ilógico. 
El amor, sin duda, es tan benefico como el veneno.